Es un examen radiológico que utiliza una pequeña dosis de radiación para producir imágenes de huesos y tejidos blandos en el cuerpo. Generalmente solicitada por el médico tratante para diagnosticar fracturas, articulaciones dislocadas y zonas de tejidos con edema.
El examen puede durar de 10 a 30 minutos.
Los resultados se entregan en 1 hora aproximadamente.
Usted se posicionará de pie, sentado o acostado según el área a explorar; en algunos casos se le solicitará que contenga la respiración unos segundos y esté inmóvil para tener mayor precisión de imágenes.
Para diagnosticar huesos fracturados o articulaciones dislocadas. Demostrar la alineación de fragmentos óseos posterior al tratamiento de una fractura. La radiografía también se utiliza como guía para una cirugía ortopédica, entre muchos otros.