Una colposcopía es un procedimiento en el que su ginecólogo examina de cerca su cuello uterino, las paredes vaginales, así como la entrada a la vagina, lo que permite identificar lesiones precancerosas con gran precisión.
La colposcopía suele estar programada para un momento en que no está teniendo su período menstrual, pero el sangrado no significa que no se pueda hacer una colposcopía.
Durante el procedimiento, se puede tomar una pequeña muestra de tejido o biopsia de cualquier área anormal en su cuello uterino.
Un espéculo se inserta en la vagina para ensancharla de modo que el cuello uterino se pueda ver más fácilmente.
El médico mira su cuello del útero a través del colposcopio que se coloca en la entrada de la vagina. El colposcopio magnifica el cuello uterino de seis a diez veces.
Se puede usar un hisopo de algodón para eliminar el exceso de mucosidad y se aplica una solución de vinagre débil al cuello uterino. Esto hace que las áreas donde hay cambios en las células se tiñan de blanco para ayudar al médico a identificar las anomalías.
A veces se aplica una solución marrón (yodo) para ver el cuello uterino. Con esta solución las células sanas se vuelven marrones. Debe informar al médico o enfermera si es alérgica al yodo.
Después de haber identificado cualquier anormalidad, el médico puede tomar una biopsia (la eliminación de un pequeño trozo de tejido) de cualquier área de preocupación.
Una biopsia puede ser sentida como una pinchadura aguda y puede haber algunos dolores de cólicos asociados después.
El tejido recogido se envía a un laboratorio para someterlo a pruebas para confirmar el diagnóstico.
Es posible que tenga algunas manchas de sangre por algunas horas después del procedimiento, por lo que es una buena idea llevar una toalla sanitaria a la consulta.